Lies.

Porque todo el mundo miente.
Y es que hay mil tipos de mentiras.
Están las buenas. Las piadosas.
Las que te dice tu madre cuando eres pequeño para que no te enteres de quienes son los verdaderos Reyes Magos.
O las que te dice tu hermano cuando te cuenta que el puré está riquísimo y te va a hacer mucho más alta, y en realidad te lo dice para que no enfades a mamá.
O las que te dice tu profesora cuando te intenta enseñar que las matemáticas te harán la más lista de la clase.
O las que te dice tu mejor amigo cuando sabes que está más hundido que nadie pero no quiere que tú sufras, porque él sabe que tu felicidad no dependía de nadie hasta que él apareció.
O la mentira de tu padre cuando te dice que no pasa nada, que el abuelo está bien.
Podríamos decir miles mentiras de este tipo que las personas de tu al rededor solamente te dicen para que estés bien y no te martirices la cabeza.
Para que no te tortures, para que puedas seguir con tu vida sin tener que estar pendiente de nadie. Para que seas feliz.
Lo hacen por tu bien. Siempre lo harán por tu bien. Siempre, solo la gente a la que le importas.
Los demás se irán al otro lado de las mentiras. A las malas. A las crueles.
A las que hacen que una parte del órgano que necesita la sangre para que funcionemos,
se rompa en dos.
Esas serán las personas que no te necesitan.
Que les das igual.
Tú y tus sentimientos.
Y hay muchísimas.
Cuando te dicen que te quieren y realmente no lo están sintiendo, porque lo que verdaderamente están haciendo es jugar, y no saben que ellos son los que más pierden.
A esa se le une la de "siempre estaré a tu lado". Esa es la peor. Porque la palabra siempre no debería existir en el diccionario.
Porque nadie la cumple.
Porque todos la dicen.
Y todos mienten.
Y todos desaparecen.
Pero las que más me gustan, son las que te están diciendo cuando tú ya sabes la verdad. Esas son las mejores. Porque sabes de verdad quien sería capaz de mentirte en la cara a pesar de todo y quien no.
''everybody lies, the only variable is about what.''
Sabes quien es capaz de luchar por ti y quien no.
Sabes quien siempre estará contigo hasta el final y quien no.
Sabes a quien tienes que mantener y quien no.
Porque las mentiras es el mejor método de darte cuenta de a quien le importas lo suficiente.
Y sobre todo de darte cuenta de a quien no.
Y en mi opinión, las peores son cuando te mientes a ti misma.
Cuando no eres capaz de admitir lo que piensas y/o sientes por una persona.
Cuando te prometes que todo estará bien, que vas a sonreír hasta en los malos
y peores días.
Pero no, no puedes.
Mientes a los demás y te mientes a ti.
Y aun que odies las mentiras, tú también lo estás haciendo.
Y es que, todo el mundo miente.

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